Estos dos salmos nos invitan a entregarse en manos en la protección y cuidado de Todopoderoso, y a expresar gratitud por sus maravillas y justicia. Son versos de fortaleza y aliento para confrontar los desafíos de la vida y encontrar consuelo en la presencia divina.19 No permitas que mis traicioneros enemigos se diviertan a mi costa, no permitas